03 Sep ¡SALTANDO DE ALEGRÍA!
¡SALTANDO DE ALEGRÍA!
Julián a sus trece años no veía claro el tablero desde su pupitre. Sus padres lo llevaron donde el oftalmólogo, quien lo diagnosticó con miopía. Y por supuesto le prescribió unas gafas.
—¿Me las tengo que poner todos los días? —preguntó Julián aterrado.
—Solo cuando estés en el salón de clase y las requieras —el oftalmólogo muy sensato respondió.
Su madre que sabía de visión natural le dio indicaciones sobre algunas prácticas, la miopía estaba empezando y ese era un buen momento para decirle: STOP.
—Haz palming, asoleo, cuídate de las pantallas haciendo descansos, mira de lejos, hazte masajitos…—le dijo su madre.
¿A esas edades quién dijo que los chicos hacen caso a sus padres? ¡Oídos sordos!
Y cuando Julián estaba llegando a los 16, momento que los chicos esperan con alborozo, pues es cuando puedes sacar la licencia de conducción en Colombia, su madre le dijo:
—Para hacerte el examen de conducción debes llevar tus gafas.
—¿Cómo? ¿Por qué?
—Una de las pruebas que te van a realizar es la visual, de lejos no ves. Eso dirá en tu carné que requieres gafas para conducir.
—Yo no quiero que mi carné diga que necesito gafas.
—No te van a dejar conducir sin gafas, si no pasas el examen visual.
Finalmente como Julián veía venir el río encima se aplicó. Empezó en primer lugar a practicar muy juicioso: palming, asoleo, pausas en el computador…
¿Y qué crees que pasó?
El día del examen Julián salió saltando de alegría en una pata porque pasó airoso todas las pruebas incluidas las visuales.
Cualquier móvil es válido, a Julián quizá lo que lo movió fue la vanidad. ¿Cuál es tu móvil?
Aquí para aprender como Julián a soltar las gafas: https://goo.su/6lnH
IMPORTANTE
Las propuestas de #visiónnatural, no sustituye el seguimiento y valoración regular con tu #oftalmólogo. Esta complementa el acompañamiento de tu profesional de la #saludvisual de cabecera, consúltalo cuando consideres pertinente
Lo sentimos, el formulario de comentarios está cerrado en este momento.