Mamá soy gay, ¡ay mijo usted está enfermo!

Mamá soy gay, ¡ay mijo usted está enfermo!

Malcom tiene 25 años y es un chico guapísimo, con todos los encantos de la juventud, la luz maravillosa de unos ojos chispeantes, dientes perfectos, blanquísimos, sonrisa a flor de piel y espontaneidad a borbotones, además de poseer clase.

De manera clara y tranquila me relató su motivo de consulta: “soy gay y cuando salí del closet, mi madre armó un gran drama, lloró sin consuelo, con la urgencia de que se lo contara a mi papá, pues ella no se sentía capaz de manejar eso sola y llorando me dijo lo que me sigue diciendo: mijo, recapacite, piénselo bien, usted está enfermo, va a ver cómo se va a curar con mis oraciones, así como lo hizo santa Ana para sanar a su hijo.
Yo esperaba comprensión, amor incondicional, un abrazo amoroso, el apoyo de una madre que dice todo va estar bien, te sigo amando, sin importar tu condición, nada cambia.

Ahora que está sobre el tapete todo este tema sobre la sexualidad en la niñez con la ministra de educación en Colombia, su cartilla, las mentiras y las verdades que se ventilan, es importante reflexionar sobre la cuestión.

Salir al mundo y contar una verdad que pulsa dentro de tu ser, que grita en el fondo de tu esencia implica mucha fuerza, demasiado coraje, significa quitarse las mascaras y asumir esa verdad, pese al qué dirán, pese al juicio del colectivo, al señalamiento.

La mayoría de los detractores se esconden en juicios morales: a Dios no le gusta eso, eso es antinatural.

A esos detractores les pregunto: ¿cuál es el mandato más importante que nos legó Jesús? ¿Sabías que los ángeles no tienen diferenciación de sexo? ¿Imaginas la relación de pareja entre dos personas del mismo sexo mediado solo por la genitalidad? ¿pierden estos seres su luz sus cualidades y sólo merecen ser evaluados por su preferencia sexual?

Abre tu mente y abraza amorosamente al otro, entiendelo, comprendelo, sin importar sus preferencias sexuales sin  JUZGARLO, respetando su verdad, entendiendo que es un asunto profundo, no superficial. ¡Que se nace homosexual, no se hace, que  no es un asunto que está de moda, que es una condición y no una opción!

Ps. Luz Marina Hoyos Duque

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