26 Jun Lo siento, perdón, gracias, te amo
Podríamos decir que de forma simple el método del HO’OPONOPONO se resume en estas seis palabras: lo siento, perdón gracias, te amo. Escuchar la historia de su génesis y su creador nos remite a historias urbanas, a mitos creados por el colectivo, y cuando escuchas hablar a su creador, el psicólogo hawaiano Ihaleakala Hew Len, hy considerado hoy un chamán, un sabio, sabes que habla desde la verdad, los seguidores de su propuesta han evidenciado el poder de este decreto sanador.
¿Y cuál es la historia?
El dr. Len fue invitado a trabajar al hospital estatal de Hawái por cuatro años, asignado al pabellón de criminales psicóticos. Los colegas que habían ido anteriormente a este pabellón, caminaban pegados a las paredes por temor a ser atacados, renunciaban al mes, por el temor y el peligro de los internos o por que caían enfermos.
El dr Len firmó un convenio: tener una oficina y los prontuarios de los reclusos. Allí en ese pequeño espacio empezó a trabajar en sí mismo y mientras lo hacía los reclusos empezaron a sanarse. Los pacientes encadenados caminaron libremente por el penal, las dosis altas de medicamentos psiquiátricos fueron mermadas. Muchos reclusos fueron dados de alta. En el penal se respiraba un ambiente de armonía y gozo tal, que los carceleros y el personal de servicio asistían gozosos a a trabajar. La rotación y el ausentismo desaparecieron. Hoy ese pabellón ha cerrado.
Interpreto que lo que dr Len asume, es que todo lo que está en tu círculo de influencia es parte de tu responsabilidad. Es entender de forma concreta aquello de que todos somos uno y que yo soy el creador de mi vida.
¿Qué me estás diciendo Luz Marina? Si, lo sé, es difícil de digerir, somos responsables de toda nuestra vida, de lo bueno y lo malo, todo obedece a proyecciones mentales. Todo lo externo a ti, aquello que no te gusta está esperando para que lo sanes. ¿Quieres que cambie el mundo? Cambia primero tú.
Reduzcámoslo a algo más simple, empecemos a amarnos y a aprobarnos a nosotros y así empezaremos a sanar el mundo. Cuando nos amamos, empezamos a sanar, a mejorar y cuando mejoramos nosotros mejoramos al mundo.
Deja de lado tu intelecto, tu racional, tu lógica y simplemente di en cualquier orden: lo siento, perdón, gracias, te amo.
Ling Yung nos revela lo que cada palabra de este decreto moviliza:
Somos Sonido y las palabras son semillas
Pronunciar «Lo Siento » devuelve la unidad perdida al viajar por tu piel, que es el órgano más extenso, que te conecta y te hace sensible ante las vivencias de los demás, te desapega de los resultados y te convierte en unidad.
El sonido «Perdón», perdóname, hace eco en tu páncreas y en tu colon desatando lazos, liberando historias
Y si pudieras ver lo que moviliza un «Gracias» sonreirías junto a todas las células de tu cuerpo sacudiendo tus venas, convirtiendo tu sangre en luz en ese acto desprendido
“Te amo” es el sonido más sanador del Universo…esta frase cubre tu cuerpo y viaja a través de tus pulmones desobstruyendo tu respiración… recorre tus riñones transmutando los miedos y hace que millones de células sonrientes le den vitaminas a las células tristes de tu sistema inmune, o que algunas otras que nacieron con el arte de la jardinería siembren césped suave, fresco y verde alrededor de las zonas más áridas de tu cuerpo
Si pudieras ver lo que provocan las palabras en ti y en los demás, comenzarías a observar tus pensamientos, tus silencios, tus sonidos y tus ruidos, porque en este océano de energía que somos, cada onda que emites crea olas de diversos colores influenciando a los demás.
Eres un fractal del Universo
Ps. Luz Marina Hoyos Duque
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