27 Jun La psicoterapia en el tratamiento del cáncer
La palabra cáncer, por sí sola, ya es capaz de provocar preocupación y temor en numerosas personas. El impacto psicológico de un diagnóstico de cáncer genera reacciones diversas en los afectados y sus familias, principalmente en forma de alteración psicológica a través de la negación, la culpa, la ira, la desesperación, y una semántica de lucha, de catástrofe y de fracaso, que es circular en torno a pensamientos distorsionados, que si no se atajan acaban por formar parte de la realidad del enfermo y sus familias. Las emociones negativas que se experimentan ante este problema propician que las personas tengan tendencia a encerrarse en sí mismas. Desde esta posición todo lo que se piensa tiene enormes dificultades para ser verbalizado, las emociones, junto con las palabras, quedan detenidas dentro de la boca y suspendidas en los sentimientos. Superar esta situación es el objetivo de la psicoterapia en el tratamiento del cáncer (y de otras muchas patologías). Los médicos especialistas oncólogos suelen indicar a sus pacientes la consulta psicológica prácticamente desde el diagnóstico de la enfermedad, lo que a veces no explican claramente es con qué objetivo. Y es que la irrupción progresiva del cuidado psicológico nos viene evidenciando que puede ser mucho mejor una amiga o un amigo que un fármaco en el abordaje de la ansiedad o de la fluctuación del estado de ánimo provocado por la experiencia de vivir un cáncer. Poner límite a la culpa, a la ira y a la desesperación es salud y mejora la resilencia[1] en estos pacientes.
La finalidad de la psicoterapia es el trabajo conjunto resultante de la relación terapéutica entre paciente y psicólogo (psicooncólogo o formación especializada en medicina psicosomática), que favorecerá la implementación de recursos efectivos en el paciente para asimilar, afrontar y convivir con esta enfermedad. Para ello la psicoterapia ha de estar basada en argumentos, no en una sucesión de ejercicios de pensamientos positivos, con ello se conseguirá que esta convivencia contenga el menor sufrimiento psíquico posible y buena predisposición a los tratamientos indicados. Argumentos para facilitar la expresión y, en su caso, el cambio de ideas, pensamientos y sentimientos traumáticos generados a corto plazo que se asocian directamente “a muerte” y a angustia frente al deterioro y sufrimiento que se anticipa a la enfermedad. La intervención psicológica puede evitar que el deterioro del estado de ánimo y la desesperanza sean más demoledores que la misma enfermedad, proporcionando la posibilidad de construir nuevos sentidos que reubiquen al paciente en el mundo a partir de ese momento. La psicoterapia ayuda al paciente y a su familia, a ponerle palabras propias a ese pánico inicial, que suele paralizar e inhibir cualquier toma de decisión, de modo que el paciente pueda recuperar el control de ciertos aspectos de su vida, que suelen perderse entre estudios, tratamientos, nuevas consultas, métodos alternativos, etc.
[1] Capacidad de los seres vivos para sobreponerse a periodos de dolor emocional provocado por situaciones adversas
Fuente: https://blasrodriguezmedicinapsicologica.blogspot.com.co
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