«Solo dentro de nosotros mismos existe esa otra realidad que anhelamos. Nada pueden dársenos que no tenga existencia en nuestro propio interior. No hay pinacoteca cuyas puertas puedan abrirnos de par en par, sino nuestra propia alma. Gracias por darme la posibilidad de conocerme desde lo más profundo de mi ser a través de la terapia, por permitirme liberar mi espíritu de todo aquello que no me dejaba ser feliz, pero sobre todo, por darme la posibilidad de enamorarme otra vez de la vida, en el camino del perfeccionamiento humano».