«Muchas veces traté de buscar la solución de mis “problemas” cambiando todo lo externo a mí, llegué a creer que cuando obtuviera tal cosa…sería feliz, hasta que me di cuenta que esa felicidad nunca llegaría, estaba ahí para cuando yo quisiera cogerla y creer en mí , “ MI PROPIA FELICIDAD”.
Es muy fácil describir lo equivocada que estaba, yo era una persona acomplejada de mi físico, forma de ser, siempre esperando de la demás gente, insegura, frágil, era las mas sufrida del mundo, y pensaba que cuando la gente dejara de hacerme daño, yo estaría bien.
Dios puso una persona en mi camino para sanarme completamente, mi sicóloga, Gracias a ti, Gracias a Dios, a la vida, ahora puedo contar esto como algo que pasó y se quedará en el pasado.
Eres más que mi sicóloga, el hecho de que pudiera hablarte como contándole una historia a una amiga, me hacía sentir cómoda y con ganas de expresar todo aquello que me molestaba. Nunca me juzgaste así estuviera equivocada, siempre esperaste que yo diera ese paso sola pero con tu ayuda.
Realmente mil gracias, espero seguir creciendo como persona y siendo parte de tu grupo».