¡Con ataduras no lo logras!

¡Con ataduras no lo logras!

Samuel creyó que las garantías eran un tema  extensivo a todos los psicólogos y terapeutas y así me lo planteó y yo definitivamente no podía creer lo que estaba escuchando.

Samuel tiene como pareja a Yolanda desde hace 11 años, tienen tres hijos y ahora la relación pasa por una fuerte crisis. Samuel no quiere renunciar ni a Yolanda, ni a sus hijos, quiere dar la pelea:

—Yo quiero que usted atienda a mi pareja, ella tuvo muchos problemas en la infancia, la mamá se  murió en su parto. El papá se casó y la madrastra la castigaba y la golpeaba brutalmente.  Cuando Yolanda está de buen humor es la mejor mujer del mundo, la mejor mamá, pero cuando algo le sale mal, válgame Dios, esa mujer se pone como una fiera, los niños le tienen miedo, los castiga con correa a todos,  por lo que uno de ellos haga.

—Samuel es importante que tu pareja se ponga en contacto conmigo, pues la demanda de terapia, el deseo de saber de dónde procede el comportamiento, el deseo de sanar esa infancia difícil ha de venir del consultante, no de terceros, pues corremos el riesgo de perder el tiempo y la inversión y te aseguro que así será. Es más, es posible que Yolanda asista  a terapia con el propósito de complacerte, para que dejes  el tema de “necesitas terapia, necesitas a alguien que te ayude”.

—Pues le cuento que ella no está de acuerdo. La idea es que yo la traigo donde usted con alguna mentirilla, ni siquiera le digo que usted es psicóloga clínica  y aquí usted la hipnotiza y me la arregla.

—Samuel no puedo prometerte eso, no sería ético de mi parte contigo, con Yolanda,  conmigo, con mi profesión,  hacerte ese tipo de ofrecimiento. No estoy en capacidad de hacerlo.

—Yo había hablado con otra psicóloga, a ella le había planteado lo mismo y ella me dijo que lo podía hacer. Que se la llevara con engaño al consultorio y que mientras estábamos hablando,  ella la hipnotizaba y  hacía su intervención.  ¿Por qué usted no hace lo mismo?

—Samuel, no, no puedo hacer lo que me pides y tampoco darte garantías.

—Además la otra psicóloga me aseguró  que después de la sesión íbamos a salir como un par de tortolitos. Pero es alguien me la recomendó muy bien a usted y entonces por eso me animé a llamarla.

—Samuel respeto lo que te dijo la otra colega, pero definitivamente no lo comparto, primero porque no podemos dar garantía a los pacientes, segundo porque cuando se asiste a terapia es porque quiero y  tengo el propósito de ahondar en mi psique,  para saber el origen de mis conflictos, para darme cuenta y resignificarlos, para leerlos de una manera nueva. En estado de  hipnosis y usando la técnica de la  hipnosis  clínica Eriksoniana  estas en estado de híper- conciencia, no estas dormido, ni enajenado, ni haces cosas distintas a los que deseas hacer de forma voluntaria.  ¿Samuel, de verdad crees que exista una  persona con  ese tipo de poder?

 

 

Sin comentarios

Lo sentimos, el formulario de comentarios está cerrado en este momento.

Suscríbete

Podrás acceder a la master class GRATUITa para cuidar tus ojos de las pantallas

A %d blogueros les gusta esto: