«Patricia (Nombre Ficticio) es una mujer colombiana de 28 años que desde hace cinco vive en España. Llegó hace un año a visitar a su hermana y me pidió que la evaluara porque deseaba realizarse una cirugía estética. Desde el punto de vista físico Patricia no presentaba ningún impedimento para realizarse el procedimiento, todo estaba en orden incluso los análisis de laboratorio. Sin embargo, su actitud mental no era la mejor: la notaba insegura y temerosa. Cuando un paciente presenta una actitud como esta, mi política es no intervenirla, la mayoría de las veces, casi la totalidad, hay complicaciones posoperatorias.
Hablé entonces con Luz Marina para ver cómo podría ayudarme y me ofreció realizarle una sesión de hipnosis previa a la cirugía. Así quedamos y la sesión se hizo un día antes, más un refuerzo minutos antes de la cirugía. Yo iba con la intención de cancelar la cirugía si la actitud de Patricia seguía siendo la misma. Fue para mi sorprendente encontrarme con una Patricia totalmente diferente en la sala de preparación prequirúrgica: Segura, tranquila, sin temores. La cirugía transcurrió normalmente, el anestesiólogo y el otro colega que me acompañó en la cirugía también se sorprendieron de la pasmosa tranquilidad y calma que mostró Patricia durante la inducción anestésica y más aún, durante el despertar de la anestesia que es un momento crítico e incómodo.
La recuperación durante la semana siguiente fue muy buena, con poca inflamación y poco dolorosa, algo poco común en pacientes de este tipo de cirugías. Viajó de regreso a España con una recuperación casi completa en diez días.
Diez meses después, Patricia regresó a Colombia y vino a mi consultorio. Su cirugía está bien, ella está contenta con el resultado y me expresó que las dos terapias de hipnosis fueron suficientespara ella cambiar su actitud temerosa e insegura de siempre frente a todas las circunstancias de su vida».