01 Dic ¿Y SI ESTA FUERA LA ULTIMA…?
¿Y SI ESTA FUERA LA ULTIMA…?
¿Y si esta fuera la ultima…? Esta semana cerramos el ciclo 2024 del Círculo de Mujeres con una jornada deliciosa en la finca de una de nuestras integrantes. Fue un día lleno de experiencias especiales: caminamos descalzas, conectando con la tierra y recibiendo esos iones negativos, regalos de la naturaleza para nuestro cuerpo. Una compañera nos deleitó con poesía, otra con su canto, bailamos al ritmo de música guapachosa, y nos dejamos envolver por la magia de Hauser, ese chelista que hechiza con su virtuosismo y, claro, con su guapura.
La finca está en Rionegro, Antioquia, Colombia y como otra integrante conducía el auto, tuve el lujo de contemplar el paisaje. Nuestras montañas antioqueñas, con su verde infinito y sus múltiples gamas, se instalan en el alma como un tapete arrullador o un abrazo fresco.
Y, como siempre, vimos las consabidas vallas que interrumpen el paisaje, emergiendo con promesas de un mundo feliz. Imágenes que te venden una dicha infinita y sin reservas. Es curioso: no las lees, simplemente miras el símbolo, reconoces el mensaje y ya sabes qué quieren que compres.
Pero en este recorrido algo cambió. Vi unas vallas que te invitaban a reflexionar:
“¿Y si este fuera el último día de velitas?”
“¿Y si esta fuera la última Navidad?”
“¿Y si esta fuera la última oportunidad de perdonar?”
No es posible quedar impasible ante preguntas como esas. A mí, me removieron el alma. A menudo damos por sentado que estaremos aquí para siempre, que nuestros seres queridos también lo estarán. Y olvidamos a esa vieja inevitable, la de la guadaña, que nos piensa a todos y que, en un gesto misericordioso –o tal vez no tanto–, nunca nos dice cuándo llegará nuestro día ni nuestra hora.
La Navidad ya asoma por el recodo del camino. Es momento de volver a los tuyos, de compartir, de abrazar a quienes amas mientras los tienes cerca. Y si hace falta, perdona. Hazte ese regalo: cuando perdonas, rompes los grilletes de la cárcel en la que tú mismo te has encerrado. A veces, odias a alguien que ya ni se acuerda de ti. Entonces, corre, diles que los amas, celebra en familia, abraza y perdona.
Te deseo una hermosa Navidad, llena de momentos en familia, abrazos sinceros y perdón generoso que renueve tu alma.
¿Y SI ESTA FUERA LA ULTIMA…?
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