17 Jul Puedes amar de un modo sano o de un modo enfermo, ¿cómo amas tú?
…quiero desahogarme, dice Malena. Llevo 8 años en una relación tóxica, llena de mentiras, golpizas y malos tratos de lado y lado… él se casó a mis espaldas en otro país cuando ya vivíamos juntos. Tuvo un hijo en esa relación y jamás me contó… ¡me he enterado de tantas cosas a lo largo del tiempo!, esto ha deteriorado muchísimo nuestra cercanía. Pero no he podido salir de ahí, a pesar de que estoy consciente de todo.
Hay nula confianza de mi parte. Le tomé mucho coraje. Hablarle me molesta. Pero a la vez no lo puedo dejar. Ahora nos vemos a escondidas porque ambas familias lo saben todo y no aceptan la relación. Mis mejores amigos no saben que estoy con él. Les molesta que lo siga viendo,… he tratado salir de allí con meditación, leyendo, hablando con los amigos, incluso alguna vez fui a unas pocas sesiones de terapia… pero nada…sé que lo mejor es terminar. Pero cuando él viene y me busca, yo siempre caigo. No puedo decirle que no. Quiero perdonarlo y no estar con él. Siento que me hace mucho daño, emocional, psicológico y físico. ¿Qué puedo hacer? Necesito que me aconseje.
Lo primero que hay que decirle a Malena es no puedo darle consejos, para eso está su madre, su abuela, su familia, los amigos. Un terapeuta te acompaña a descubrir el origen de tus síntomas, te ayuda a entender por qué actúas de tal o cual manera para re- direccionar el camino a través de decisiones conscientes.
El caso de Malena nos da la respuesta a la pregunta planteada, podemos amar de un modo sano y experimentar las mieles del amor donde podemos sacar lo mejor de nosotros, pulir aquellos aspectos sombríos, decidir crecer juntos a través de la tolerancia, la aceptación y el respeto o podemos amar de un modo enfermo y desde esa orilla vivir un infierno, donde perdemos brillo, donde perdemos vida.
Y esta mala experiencia, esta mala manera de relacionarte se repetirá hasta el cansancio una y otra vez, con las siguientes parejas, hasta que decidas ponerle fin, trabajar en ello, descubrirla, entenderla, solucionarla, resignificarla. Para eso está la psicoterapia.
¿Entender qué? Lo que decía Sartre: “somos con lo que hacemos con lo que hicieron de nosotros”. Y entonces podemos entender por qué Malena permite el maltrato, las golpizas, por qué sigue sosteniendo una relación que no la empodera y le produce dolor. A Malena la habita una angustia, pues aprendió a amar de un modo enfermo, ¿dónde? En su infancia, sí, allí, pues todo tiene que ver con la infancia.
Malena transitó una infancia dolorosa, sufriente. Y tú dirás, ¡no podemos cambiar el pasado! Y es verdad, no podemos cambiarlo, pero podemos resignificarlo de una manera nueva. Y el psicoterapeuta te acompaña a entender por qué amas de ese modo que te daña, de ese modo sufriente. Y una vez que lo entiendes y tú decides hacer el cambio de desidentificación con tus modelos tóxicos empezarás a construir la vida que realmente te mereces.
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