Una manera extraña de jugar

Una manera extraña de jugar

Milena es la madre de Valeria, una nena de 4 años, me consulta por el comportamiento que observa en su hija, “a mi niña le gusta jugar con sus muñecas, las tiene todas desarmadas, sin cabeza, sin ropa y juega sólo con sus cuerpos”.

Lo primero que me surge es revisar el contexto de la nena, le pregunto a Milena:  ¿existe violencia intrafamiliar, en qué contexto se desenvuelven las relaciones de la familia, quienes son sus amiguitos, qué tipo de programas de tv observa? ¿en qué otro contexto Valeria tiene comportamientos agresivos?

Ninguna respuesta qué conduzca al motivo por el cual Valeria tiene ese comportamiento. Cuando la madre le pregunta por qué lo hace, la nena responde, porque sí.

La programación neurolingüística aconseja no utilizar este tipo de preguntas, pues cuando preguntas por qué puedes obtener una porquería de respuesta, utiliza mejor el para qué…

Además, le sugerí a la madre un ejercicio que puede apoyarte a ti, en un caso parecido.

Busca un espejo de cuerpo entero, pon a la niña enfrente para que se mire, a los niños les gusta mucho mirarse al espejo.

Frente al espejo entonces, le tapas la cabecita completa diciéndole, ahora voy a quitarle la cabeza a la niña, dices su nombre, y le haces preguntas referidas a lo que no puede hacer sin cabeza. Por ejemplo: ¿a qué huele este perfume? ¿Cómo te parece esta flor que tengo en mi mano? ¿cómo te parece esta canción que se escucha al fondo? (ponle una canción que le guste muy bajito). ¿puedes probar este delicioso helado sin cabeza?

Estamos bloqueando sus canales de representación visual, auditivo, olfativo, gustativo. Es decir, vas a jugar con los sentidos que desaparecen cuando le quitas la cabeza a la niña. Luego vas a preguntarle: ¿Qué sientes al estar sin cabeza? ¿Qué sientes cuando no puedes ver, oler, escuchar, saborear un helado?

De acuerdo a las respuestas de la niña vas a seguir jugando, descubriendo las razones, sus motivos y movilizándola a cambiar de comportamiento. La estructura psíquica de los sujetos humanos es bastante compleja y no podemos establecer respuestas generales aplicables a todo el mundo.

El ejercicio propuesto es realizar un juego de roles que le permita a la niña ponerse en contacto con la vivencia de otro, la muñeca. Entonces viene la pregunta a la nena ¿cómo crees que se siente la muñeca cuando no puede ver, oler, saborear, escuchar?  ¿te gustaría que te quitaran estas posibilidades? La realidad psíquica de los niños es diferente a la del adulto.

Luego con la cabeza destapada le dices, ahora puedes ver esta preciosa flor… escuchar esta linda melodía… saborear este delicioso helado… oler la fragancia de este perfume.

Milena tómate el tiempo para hacer el ejercicio, hazlo con pausa, para que pueda ser revelador, constructivo y curativo.

Esto sería lo que haría en sesión con tu niña, así que busca todos los elementos, siéntate en postura juguetona, libre de prejuicios, miedos y juzgamiento, los chicos son esponjas lectoras de emociones.

Milena es maestra de preescolar, así que la invito a usar esos talentos como docente para ponerse a nivel de la niña y evidenciar de dónde viene su comportamiento, mejor aún para llevarla a otro nivel y que lo modifique.

 

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