¡Tus  pacientes tienen que afectarte!

luz marina hoyos duque

¡Tus  pacientes tienen que afectarte!

Mi tía Oliva es una mujer mayor con una inteligencia privilegiada, con una intuición tal, que a veces creo que estoy emparentada con una bruja, de esas que  poseen bola de cristal, aunque en ocasiones, no pocas,  esa capacidad intuitiva se desborda y pisa los linderos de la alucinación.  Contradícela,  para que te encuentres con la tozudez personificada. Muchas veces, mi tía  me ha planteado: ¿no crees que la escucha de tanta angustia, sufrimiento y trauma te afecte?  Ni le afirmo, ni le niego, solo sonrió.

Existe extensa investigación sobre el impacto de la psicoterapia sobre el consultante, pero muy poca sobre la forma en que este vínculo impacta al profesional.  En el 2012,  Hatcher y sus colaboradores hicieron un estudio cualitativo exploratorio para determinar cuál era el aprendizaje del psicoterapeuta de sus pacientes y como los afectaba ese vinculo.

La investigación del 2000 por Radeke y Mahoney, apunta que, aunque sí que se producen cambios en la persona del psicoterapeuta, no está claro si estos cambios son los mismos para psicólogos investigadores que para practicantes.

Otra investigación más reciente, de la mano de Marit Râbu y sus colaboradores concluye que el trabajo como psicoterapeuta implica desarrollar más apertura, tolerancia y creatividad, pero también más vulnerabilidad a sentimientos de inadecuación, aislamiento y desesperación.

En mi caso personal siento que sí,  que cada ser humano sufriente que tengo enfrente me impacta,  me sensibiliza y me invita a meterme en sus zapatos,  para desde su vereda entender su angustia, su dolor y sufrimiento para movilizar sus recursos hacia ese equilibrio que viene a buscar cuando toca a mi puerta.

Por supuesto hay pacientes que me movilizan más que otros, algunos vienen con una angustia que pudiéramos decir no me toca en lo personal, porque tal vez se trata de un asunto que ya transité, lo entiendo, lo comprendo y siento que es más sencillo salir de allí, o cuando se trata de un paciente que hace una conexión estupenda, portentosa con esa parte sabia que tiene todas las respuestas, con su inconsciente,  entonces las respuestas están a flor de piel, allí al alcance de la mano y sólo se requiere traspasar toda resistencia para encontrarse de frente con el origen del síntoma, de aquello que lo angustia, resignificarlo y de esta forma lograr ese equilibrio que busca.

Cuando se trata de pacientes con asuntos más densos, que no he transitado, como personas  con una enfermedad terminal,  sujetos humanos que han sido abusados o violados sexualmente, o padecientes de Alzheimer me impactan profundamente.

Por estos días estoy atendiendo una mujer que empieza a transitar por la enfermedad de Alzheimer,  es una mujer aún vital, 62 años, poliglota, domina 8 idiomas, a veces en consulta me habla en alemán, ruso o griego, yo apenas si le balbuceo algunas palabras en italiano y puedo hablarle un poco más en ingles, y en la lucidez de ese conocimiento veo una luz de esperanza al final del túnel para conectar con esa memoria que se está yendo, y quiero agarrarla, jalarla de ese rincón del olvido para que con sus lenguas foráneas, la pintura,  las canciones y el NeuroFitness arrancarla de ese mal que camina sigiloso y me la arrebata de las manos.

Entonces siento que mi tía tiene razón,  que sí,   que la historia de cada ser que toca a mi puerta me impacta, me traspasa, cada historia es diferente, cada ser me deja una impronta, un aprendizaje, cada sujeto humano me revela un mundo del cual aprendo montones y que ese vinculo me permite a mí como psicoterapeuta también crecer y es un privilegio poder conocer esas almas, esos mundos diversos, ver esa capacidad para sobreponerse, su creatividad y la capacidad de reinventarse y hacer frente a la adversidad. Y sin importar cuánto lleve caminando este sendero, mi sensibilidad sigue creciendo y sí,  por supuesto,  que este caminar implica altos niveles de responsabilidad y estrés. No obstante,  me siento afortunada y enriquecida por el aprendizaje y el reto diario que ello implica.

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