Háblales como ellos te entiendan

Háblales como ellos te entiendan

Como directivos de una organización nos engolosinamos con los resultados y con las cifras, escuchamos lo que dicen los asesores de la importancia que juega el cliente interno,  nuestra gente, el talento humano, la materia prima  fundamental de la organización, pero  nos olvidamos de cuidar el lenguaje verbal, gestual, corporativo.

Cuando en la organización se está trabajando en procesos de mejoramiento de producto, de sistemas, de servicio los métodos actuales invitan efectivamente a convocar a quien sin lugar a duda conoce más el negocio que nosotros, el talento humano y  la invitación que extendamos a este talento humano ha de cuidarse en extremo, la motivación -motivos que mueven a la acción-  instigará o no  el ánimo de su equipo.  Su equipo  está esperando que le formulen retos, que le pongan a prueba, que le abran espacios para desarrollar su creatividad e inventiva. 

¿Y cómo se hace una convocatoria que motive a la acción e impulse la creatividad y la inventiva? Hablándole a la gente en un lenguaje que ellos entiendan, un lenguaje en el cual ellos se sientan verdaderamente involucrados con la misión y la visión corporativa, utilizando un lenguaje más coloquial y menos formal, háblales como lo hacen los grandes líderes utilice las metáforas. La siguiente vivencia corporativa nos enseña:

Cuando Frank Dale  se hizo cargo del diario Herald Examiner, de los Ángeles, el periódico  llevaba diez largos años de sangrienta huelga durante la cual hubo varios muertos. Por espacio de ocho años la puerta principal estuvo clausurada y todas las edificaciones del periódico estuvieron cerradas por barricadas. Frank Dale  ingresó la primera vez  por la puerta trasera, permitió que lo fotografiaran y le tomaran las huellas dactilares,  pasó por la sala de redacción y por los diferentes puestos  de trabajo e invitó a todos para darles un saludo general,  Era el director del periódico, nadie lo presentó,  Dale estaba ahí en frente de la puerta principal,  de aquella puerta que estuvo cerrada por espacio de ocho  largos años,  entonces dijo:” lo primero que debemos de  hacer es abrir la puerta principal y dejar que el sol entre”; todos se pusieron de pie y empezaron a gritar, hombres maduros y mujeres, todos lloraban, la puerta fue un símbolo de derrota de que estaban sitiados, luego Frank Dale se presentó y les dio las gracias a todos.

Luego que el Herald Examiner estuvo en condiciones de funcionar Dale desarrolló una especie de ideas-proyectil como metáfora para lograr incrementar la circulación del diario.  En las carteleras había imágenes que mostraban al  periódico como una nave espacial alcanzando a su poderoso rival matutino, los Ángeles Times.  Para conservar la idea de este despegue Dale hizo instalar en la silla de su oficina un cinturón de seguridad de avión, que todavía hoy se ajusta pacientemente.

Expresar ideas gráficamente es uno de los mejores recursos de ejercer autoridad y de convocar, es fácil,  divertido  y es realmente el lenguaje que ellos entienden,  que todos entendemos.

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