Feliz Navidad

Feliz Navidad

Feliz Navidad
La navidad me remonta a mi infancia, olor a musgo, natilla, novenas con toda la familia, villancicos. La nochebuena se vestía de fiesta, los mayores escondían el Niño Jesús con algún dinerillo en los lugares más insólitos. Un día en la finca de mi tía Laura, mi tía Rosita lo escondió, todos salimos en tropel, literalmente a desbaratar la casa… nada… no escuchábamos las anheladas palabras que daban pistas sobre el hallazgo, Rosita sólo decía fríos, fríos, fríos, de pronto: tibios, tibios, tibios, al fin llegamos a la porqueriza y allí al lomo de un chanchito estaba el Niño de Belén.
Navidad también era la ilusión de esperar los regalos debajo de mi almohada. Me lanzaba de la cama y al instante todos mis hermanos, felices con nuestros regalos ¡Mami, Papi huele a Niño Jesús! Sí, olían a Niño Jesús. Aún resuena en mi ser, la sorpresa y la algarabía de papá y mamá festejando los presentes y reforzando la experiencia con un: “como que te quiere el Niño Jesús”.

De niña me gustaba escuchar los coloquios de los más grandes. Un día mamá hablaba con mi tía Oli, le contaba dónde había comprado los carros y las trompetas para mis hermanos. Lancé un Oh de pasmo. Mamá me increpó: ¿qué haces escuchando las conversaciones de los mayores? Fue un día triste, siento que también lo fue para mamá.

El Niño Jesús siguió visitando mi almohada por muchos años más. Hoy, que la infancia está lejana, aún siento la navidad vistiendo de nuevos colores y luces fulgurantes el ambiente, respiro y el aire es diferente, siéntelo. La navidad nos invita a renacer, para ello solo necesitas disponer tu corazón.

Feliz Navidad.

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